Los suelos vitivinícolas son particularmente pobres en materia orgánica, que es un punto débil frente al cambio climático. La adición de compost, asociado a un mejor manejo del suelo (cobertura de césped, recurso limitado a la labranza, trituradora, mantillo, pastoreo ecológico, etc.) y el paisaje circundante (manejo de acequias, mantenimiento de setos de árboles. .) y permite responder a varias limitaciones vinculadas al cambio climático:

. Aumento de la reserva de agua útil del suelo (efecto esponja): un 1% de carbono adicional en el suelo puede generar hasta un 20% más de agua disponible para la vid
. Refuerzo del aporte de nutrientes para la planta
. Mejora de la estructura del suelo y el enraizamiento de la vid, por lo tanto su resistencia a los peligros climáticos
. Fijación de carbono directa e indirecta
. Reciclaje de residuos vegetales orgánicos y / o urbanos

La incorporación de compost se puede realizar en diferentes etapas del ciclo de siembra, teniendo en cuenta la composición y origen del compost, el peso aportado por hectárea y los métodos de vertido.