Basándose en los estudios de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los análisis meteorológicos y climáticos de los últimos años muestran, tanto a escala mundial como nacional, una exacerbación de los fenómenos meteorológicos adversos, resultando el último año el más caluroso de la historia tras un 2016 récord. A nivel mundial, entre 2015 y 2019, la OMM estima un aumento de la temperatura media en comparación con el período preindustrial de 1,1°C, al mismo tiempo que una intensificación de los fenómenos catastróficos, incluso en términos de frecuencia (huracanes, sequías e inundaciones).

En este contexto, los agricultores y los actores del sector de la viña y el vino,  vuelven a reflexionar sobre la cobertura de los seguros de cosechas y, de forma más general, sobre las herramientas para estabilizar las rentas agrícolas y el papel de los ciudadanos en este contexto.

Surgen nuevas necesidades por parte de las empresas agrícolas, que sin duda estimularán y orientarán un proceso de reforma de la oferta de herramientas de gestión de riesgos (seguros y mutuas).

Dada la relación directa entre la variabilidad de los rendimientos de producción y la variabilidad de las condiciones meteorológicas, existe una demanda latente en el sector primario de instrumentos privados de gestión del riesgo. Entre estos instrumentos, el más conocido entre los operadores del sector primario es sin duda el seguro agrícola.

En Italia, existe una estructura articulada de intervención pública para garantizar el nivel de "bienestar" de los operadores del sector primario. En esta estructura juegan un papel importante, entre otros, las ayudas compensatorias garantizadas a los agricultores en caso de daños causados a la producción agrícola, con subvenciones a las primas de las pólizas e intervenciones para la compensación de daños en caso de catástrofe.

El tema de la gestión de riesgos en las últimas décadas también ha entrado en el debate europeo sobre la PAC, recibiendo atención legislativa a nivel de la UE con la aprobación del Chequeo Médico (reg. UE 73/2009) que ofrecía por primera vez a los Estados miembros la posibilidad de utilizar, de forma generalizada, parte de los recursos financieros asignados a los pagos directos para apoyar el acceso de los agricultores a dos tipos de coberturas: pólizas de seguro y mutualidades para los daños a la producción causados por condiciones climáticas adversas, enfermedades vegetales, enfermedades animales y emergencias ambientales.

Sin embargo, con la programación actual se da apoyo directo a las herramientas de gestión de riesgos con recursos financieros específicos, introduciendo un "conjunto de herramientas de gestión de riesgos". Con la reforma de 2013, se creó un conjunto de medidas puestas a disposición de los Estados miembros en el marco del desarrollo rural para facilitar el uso de tres herramientas de cobertura por parte de los agricultores. Además de las facilidades para la estipulación de pólizas de seguro y fondos mutuos, se introdujo una nueva herramienta, la Herramienta de Estabilización de Ingresos (IST). El mecanismo es especialmente innovador, no tanto por la fórmula (mutualista como en el caso de los fondos para cubrir daños), sino por el hecho de que se cubre el riesgo de experimentar caídas importantes en los ingresos de la empresa.

La disciplina del conjunto de herramientas se confía a los artículos 37, 38 y 39 del Reglamento 1305/2013 que define los tres tipos de intervención:

1. Las contribuciones financieras a las pólizas de seguro para las condiciones climáticas adversas, las enfermedades de las plantas, las enfermedades de los animales, las infestaciones de plagas (art. 37). La contribución cubre parte del coste del seguro (65%) y la cobertura interviene cuando la pérdida supera el 30% de la producción media anual del agricultor.
2. Contribuciones financieras a las mutualidades para las enfermedades de las plantas, las epizootias y las emergencias medioambientales (art. 38). La contribución cubre una parte de las pérdidas (65%) y la indemnización interviene cuando la pérdida supera el 30% de la producción media anual del agricultor.
3. Contribuciones financieras a las mutualidades para la estabilización de la renta - instrumento de estabilización de la renta (art.39). La contribución cubre parte de la caída de ingresos (65%) y la compensación interviene cuando la pérdida supera el 20% de la producción media anual del agricultor

En Italia se ha optado por una medida nacional, en lugar de regional, que financia el programa nacional de seguros en la agricultura y los demás instrumentos, tratando de superar la falta de homogeneidad y la fragmentación regional con respecto al acceso al instrumento de seguro registrado en años anteriores.

Tras la aprobación del reglamento transitorio para la prórroga de la PAC, en los años 2021 y 2022, la Unión sigue concediendo ayudas a las medidas incluidas en el actual PNR en las condiciones del marco actual de la PAC. Así, la financiación de los programas de desarrollo rural y del PNDR en particular se prorroga con la correspondiente dotación presupuestaria para los años 2021 y 2022.

En cuanto a los instrumentos de gestión de riesgos, se garantizan las asignaciones actuales del PND para los años 2021 y 2022. Además, el reglamento transitorio ha modificado dos disposiciones relativas a los fondos mutuos para condiciones climáticas adversas y enfermedades de las plantas y al IST (instrumento general de estabilización de la renta), permitiendo a los Estados miembros reducir el umbral de daños del 30 al 20%.

El análisis de los datos desagregados de los diferentes cultivos confirma la primacía de la uva de vino, con 1.800 millones de valores asegurados, un 3,7% más que en 2018 (Italia).

PRINCIPALES PRODUCTOS POR VALORES ASEGURADOS

 LOS PRINCIPALES PRODUCTOS POR SUPERFICIES ASEGURADAS