Reorganización del viñedo a escala local

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En el nuevo contexto climático, los viticultores deberán replantearse la ubicación de las variedades de uva y las prácticas agronómicas. Esta estrategia puede operar dentro del mismo espacio local, un "terroir". Esto tiene una variabilidad climática interna, vinculada en particular a su topografía, que puede convertirse en una ventaja.

Las observaciones realizadas en varios lugares equipados con registradores de temperatura muestran que de una parcela a otra, las variaciones de temperatura promedio durante el período vegetativo de la vid pueden alcanzar los 2 ° C, es decir, una variación mayor que el aumento de temperatura esperado para 2050.

En Banyuls (Langedoc, Francia), el viñedo se extiende en una terraza a lo largo de la costa mediterránea hasta una altitud de 500 m. Las temperaturas medias son más elevadas en la base del cerro, provocando descensos de acidez que afectan a la calidad de los vinos. Los viticultores pueden entonces intentar replantar sus viñas a mayor altitud, lo que implica nuevas transacciones de tierras y corre el riesgo de alterar el panorama actual. Se realizó un trabajo colectivomediante simulaciones para organizar las plantaciones y mantener la calidad del vino y el paisaje.

En las laderas del rio Layon (Francia) también se observan diferencias de temperatura en función de la exposición de las parcelas, lo que incita a los viticultores a replantar variedades tempranas, como el Chenin (más bien en el fondo del valle) o a elegir patrones más resistentes a la sequía para parcelas en ladera.


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