El manejo de la vid se ocupa de la altura del tronco de la cepa, del sistema de poda (poda en vaso, poda en cordón Royat, poda Guyot, etc.), de la carga (número de yemas y ramas que quedan en cada cepa) y de la organización de los sarmientos (espaldera, lira, apilamiento). A la hora de plantar una parcela, la densidad (espacio entre hileras y entre cepas) y la orientación de las hileras tienen también una importante consideración. Todos estos puntos son puntos de actuación en la adaptación al cambio climático:

• Densidad de plantación: impacto en el balance hídrico de la vid
• Orientación de las filas: impacto en la radiación interceptada proveniente del sol
• Poda en vaso: cobijo de los racimos en el corazón del follaje de la planta

La silvicultura agroforestal aplicada a la viticultura, está en desarrollo. Se define como la asociación de árboles y cultivos o animales en una misma parcela agrícola. Por ejemplo, la sombra de los árboles influye en la radiación que reciba la vid.

Además de lo anterior, también se pueden instalar sistemas de sombreado, los cuales, permiten regular la temperatura del material vegetal y del suelo dando lugar un microclima más fresco, sobre todo en caso de temperaturas extremas, y permite reducir el estrés hídrico al disminuir la evapotranspiración para afrontar mejor los periodos de sequía prolongada cuando las reservas de agua son escasas.

Si quiere saber más sobre las soluciones mencionadas, visite las páginas específicas.

Autor: Maddy Tintinger

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