Prevención de los daños causados por el granizo en el viñedo

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En la viticultura, el granizo representa un riesgo considerable: puede causar importantes daños económicos a la producción de la vid incluso con un único evento anual y sus consecuencias pueden repercutir en el crecimiento y el rendimiento durante varias temporadas. El grado de los daños depende de la intensidad y la duración del evento, así como del estado vegetativo de la vid. Es difícil controlar este fenómeno natural, y hoy en día las técnicas que pueden aplicarse con éxito se limitan sustancialmente a la protección física de las plantas mediante redes específicas. Un factor importante, que ha cambiado mucho en los últimos años, es la eficacia de la previsión meteorológica, que es esencial para actuar a tiempo.

Redes antigranizo

Es el único método de eficacia probada. Se trata de una red de hilo sintético tejida con una malla que permite el paso del sol y de los tratamientos, desde una altura de 0,5 a 1 m, colocada a cada lado de las hileras de vides. Existen varios sistemas para fijar y facilitar el manejo de las redes (esparcidores, carretes, elevadores). La instalación se realiza antes de la brotación y se puede instalar un sistema de correas para elevar la red de embutido en la parte superior de la espaldera. Esto es importante para poder realizar trabajos como el desbotonado, el deshojado o la recolección en verde. Es una técnica aún poco aplicada en viticultura porque solo está autorizada por el INAO para las DOC desde 2018. Su instalación es costosa, entre 15.000 y 25.000 euros/ha, y requiere mano de obra adicional para su instalación, pero también para el trabajo posterior en la canopia. Sin embargo, facilita el crecimiento de las ramas y, por tanto, limita el tiempo de trabajo para el deshojado. Las pruebas realizadas en los viñedos de Borgoña han demostrado una reducción del 90% de los daños en las vides protegidas con malla. Además, el impacto en las características de los vinos no es significativo.

Especialmente en el pasado, se propusieron algunos "métodos activos". El primero en el tiempo fue el "cañón de ondas acústicas", que data de finales del siglo XIX. El efecto sería la rotura física de las piedras de granizo en formación por el efecto de la onda acústica generada por la explosión. Estos cañones funcionan con una mezcla de gas explosivo (acetileno o butano). A pesar de que se ha demostrado que este método es totalmente inútil en la protección contra el granizo, también según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), todavía hay algunas empresas que proponen estos artículos a los agricultores.

El mismo concepto físico se utilizó para idear los "cohetes explosivos", que se lanzaban directamente a las nubes poco antes de la esperada caída del granizo. Este método parece estar completamente descartado hoy en día, aunque su viabilidad pueda ser -en principio- mejor que la del cañón de granizo; pero la diferencia radica en la imposibilidad de los agricultores de lanzar cohetes por sí mismos, al contrario de lo que se puede hacer con el uso de cañones de granizo, y en la evidente reticencia de los organismos públicos a implementar métodos que no tienen ninguna posibilidad de éxito.

Una mayor fiabilidad científica se le dio al método del llamado "crecimiento competitivo" de los granizos, que sería inducido por un elevado número de núcleos de glaciación introducidos artificialmente en las nubes cumulonimbus; la formación de un número muy elevado de granizos pequeños evitaría la formación de los más grandes, que son los responsables de los daños cuando llegan al suelo. Las técnicas utilizadas para llegar a las capas atmosféricas donde se produce la formación de granizo pueden ser diferentes: quemadores de tierra, siembra de aviones, cohetes o globos utilizados como vectores. La sustancia más utilizada es el yoduro de plata, pero también se probaron otras, como el hielo seco.

Sin embargo, estos métodos se abandonaron parcialmente desde finales de los años 70, tras el resultado del llamado "Grossversucht IV", un proyecto conjunto en el que participaron Francia, Suiza e Italia. El experimento no logró demostrar estadísticamente la eficacia del "método soviético". Muchos de los proyectos nacionales sobre el uso de ese método se interrumpieron. Sin embargo, las técnicas siguieron utilizándose en muchos países, a veces a raíz de iniciativas locales o privadas, especialmente en Europa del Este durante muchos años, y algunos institutos reivindicaron su validez. La familia de métodos de siembra dio paso a las siguientes técnicas

Generador de yoduro de plata


Este tipo de protección funciona mediante redes de generadores. Todos los generadores constan de un cilindro de aire comprimido, un depósito de acetona y yoduro de plata y una cámara de combustión. El aire comprimido se utiliza para presurizar la mezcla de acetona y yoduro de plata para llevarla a la cámara de combustión, donde se pulveriza mediante una boquilla. Basta con un encendedor para encender la acetona y arrastrar el yoduro de plata por el aire. El yoduro de plata actúa entonces como un núcleo de hielo, cuyo objetivo es aumentar el número de granos en detrimento de su tamaño para favorecer su fusión antes de que lleguen al suelo. La inversión es importante. Se necesitan 2.000 euros para la instalación de la chimenea y 1.000 euros de productos cada año. Se han creado diferentes asociaciones de viticultores para instalar los generadores y gestionar su mantenimiento. Esto ha permitido reducir los costes entre 5 y 8 euros/ha y cubrir zonas más amplias. Cada generador es puesto en marcha por voluntarios, que reciben alertas por mensaje de texto, aproximadamente 4 horas antes del riesgo de granizo, establecido en base a las previsiones de Météo France, para que las nubes se carguen de yoduro de plata.
En términos de eficacia, según la ANELFA (asociación nacional para el estudio y la lucha contra las plagas atmosféricas), el dispositivo permite reducir a la mitad la intensidad del granizo. Recientemente, se ha sospechado que este método contamina el suelo. Los estudios están en curso.

Globo cargado de sal


Uno de los últimos inventos contra el granizo es un globo inflable para transportar y difundir sales higroscópicas (cloruro de calcio y sodio) en una célula de tormenta. Este dispositivo está acoplado a un radar de detección de células de tormenta y a un software de evaluación del riesgo de caída de granizo que cubre un radio de 30 km. También se ha desarrollado recientemente un lanzador de balones semiautomático.
Los globos, inflados con helio, llevan antorchas cargadas con sales higroscópicas. Una vez alcanzada la altitud determinada, un sistema enciende la antorcha. Las sales se liberan y actúan como núcleos de condensación favoreciendo la formación de gotas. El objetivo es pues hacer precipitar la nube para reducir su altitud media y limitar las condiciones de formación de granizo. La inversión es bastante importante, se necesita un inflador por unos 1200 euros, de tres a seis globos por tormenta a 350 euros cada uno y una suscripción al servicio de detección a 800 euros/año. Este sistema es aún demasiado reciente para poder evaluar su eficacia real contra el granizo.

Cohetes antigranizo


Esta medida permite, mediante la proyección de yoduro de plata en la nube, multiplicar las gotas y evitar que alcancen un tamaño demasiado grande y, por tanto, que adquieran una fuerte inercia durante su caída. Al igual que la técnica anterior, además de la peligrosidad de este tipo de procesos, que no debe descuidarse, su eficacia parece muy incierta.

El seguro de "daños por granizo"

Existen principalmente 2 contratos de seguro que cubren el riesgo de granizo: un contrato "histórico" de tormenta de granizo y un contrato más reciente de seguro multirriesgo meteorológico subvencionado por fondos europeos. El seguro es una forma de limitar el impacto económico de un episodio devastador. La franquicia se deduce del importe total de las pérdidas de la cosecha en caso de siniestro. Para los viticultores situados en regiones frecuentemente afectadas por el granizo, la aseguradora puede rechazar la renovación de la póliza de seguro. En caso de daños en primavera, hay que acelerar el peritaje porque el desarrollo del vaso tiende a enmascarar los daños. Por el contrario, en el caso de las tormentas de granizo de verano, como los daños por eructo blanco (Pilidiella diplodiella) tardan en aparecer, es preferible retrasar la llegada del perito. Para más detalles, consulte la correspondiente "ficha de solución" sobre los seguros.

Author: Maddy Tintinger (INRAE), Marc Ouvrié (Vineis)


REFERENCES:
https://www.francetvinfo.fr/economie/emploi/metiers/agriculture/vignobles-les-armes-anti-grele_2772924.html

http://www.anti-grele.fr/systemes-de-protection-comment-se-proteger-contre-un-orage-de-grele/

For further :

http://www.meteofrance.fr/prevoir-le-temps/phenomenes-meteo/la-grele

https://www.ffa-assurance.fr/infos-assures/grele-un-contrat-assurance-specifique-pour-couvrir-les-dommages-aux-cultures

https://public.wmo.int/fr/ressources/bulletin/l’ensemencement-pour-infléchir-les-changements-météorologiques-à-léchelle

 

Para consultar una bibliografía sobre las campañas de protección contra el granizo (centrada en Italia, pero no limitada a ella, y hasta 1996), véase el sitio web del proyecto ASTRO2. La lista está en orden cronológico y aborda los temas tratados en este documento
http://cma.entecra.it/Astro2_sito/pubblicazioni.asp


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